Comunicado a la
opinión publica
VICTORIAS, LUCHAS
Y RETOS DEL MOVIMIENTO SOCIAL
En medio de la
Pandemia, nos sentimos orgullosos de pertenecer a un movimiento social y
popular que está a la altura de cada circunstancia, que exige al Estado su
responsabilidad con los derechos del pueblo, que presenta alternativas de
solución a la crisis y, sobre todo, que actúa con autonomía para garantizar el
derecho a la alimentación, a la salud y una vida digna. Continuamos defendiendo
la vida, los territorios y nuestra cultura, tejiendo esperanza en medio del
abandono y el ataque estatal, como el perpetrado mediante el decreto 523 de
2020 que flexibiliza la importación de alimentos por lo cual, comunicamos a la
opinión publica sobre nuestras luchas y retos.
Continuamos
nuestras acciones para la mitigación del COVID-19,
fortaleciendo los puntos de desinfección, prevención y protección territorial,
mientras afianzamos ejercicios educativos para la protección salud, reconociendo
y poniendo en dialogo los avances de la ciencia y nuestros saberes populares,
culturales y ancestrales.
Logramos
la suspensión del proceso que intenta desarrollar el Gobierno Nacional, por
medio de reuniones virtuales y la programación de una audiencia virtual, para
reanudar la erradicación mediante la aspersión aérea con glifosato, demostrando
la violación a nuestros derechos al debido proceso, la participación, la
consulta previa y la información. Queda
claro que la salida es la implementación del Acuerdo de Paz como un primer paso
hacia el diseño e implementación de una integral política contra la industria
de las drogas ilícitas y que la erradicación reeditando el plan Colombia, es un
fracaso.
Rechazamos
la discriminación al campesinado en la aprobación del Plan de Desarrollo
Departamental del Cauca. Reflejado en la exclusión de las propuestas realizadas
para incluir un capítulo campesino o integrar un capítulo especial Étnico, campesino
e intercultural, basado en la interculturalidad como un concepto incluyente de
lo étnico y lo campesino. A pesar, de
haber expuesto el sustento legal y legítimo y contar con el respaldo de la
Asamblea departamental nuestras peticiones y propuestas fueron ignoradas.
Insistiremos en nuestra exigencia por el reconocimiento del campesinado, la
soberanía alimentaria, la constitución de las Zonas de Reserva Campesina. Así
mismo, avanzaremos a la construcción de la política pública para el campesinado.
Ratificamos
nuestra lucha por los Derechos Humanos y en especial, por el derecho a la vida
y el ambiente sano. Rechazamos cualquier argumento que pretenda estigmatizar el
trabajo de las y los líderes sociales, defensores de derechos humanos y
reincorporados del partido FARC. Llamamos al cese al fuego a las organizaciones
armadas, al margen de la ley. Manifestamos que la presencia de las Fuerzas Militares
incrementa el riesgo de violaciones a los derechos humanos y exigimos la
implementación del Acuerdo de Paz y la presencia del Estado para atacar las
causas del conflicto social y armado en el país.
Llamamos
a la articulación de las luchas urbanas por la vivienda, los servicios
públicos, el derecho al trabajo, a la alimentación y nutrición amplia y
suficiente, al deporte y la recreación. Es necesario transformar nuestras
practicas patriarcales y luchar por la equidad de géneros al interior de
nuestras organizaciones y toda la humanidad. Debemos articular redes
campo-ciudad, que permitan que los frutos del trabajo del campesinado lleguen a
las mesas y familias urgidas de alimentos sanos en los sectores populares.
Convocamos
a la Unidad y la Movilización de los pueblos, las
comunidades, los sectores populares y toda la población en general; adoptando
las medidas necesarias para evitar la propagación del COVID 19. Nuestra presencia en las calles se incrementará,
no para servir y reproducir la ganancia de unos pocos, sino para construir una
nueva realidad, mas justa para la mayoría del pueblo.
“POR LA
VIDA Y CONTRA EL DESARRAIGO,
UNIDAD,
ORGANIZACIÓN Y MOVILIZACIÓN POPULAR”
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